Absolutamente todo el mundo necesita contratar seguros. Y absolutamente todo el mundo quiere pagar cuanto menos mejor. Pero un seguro bien contratado con las coberturas que necesitamos es una de las mejores inversiones que hay.
Somos los primeros que queremos recortar gastos para generar más ahorro a nuestros clientes. Pero recortar en seguros no siempre es la mejor opción puesto que, si perdemos coberturas importantes, podemos echarles de menos cuando necesitemos que el seguro nos ayude.
Por ese motivo, gran parte de nuestro trabajo es indigar en cada una de las pólizas contratadas por nuestros clientes y detectar las cláusulas prescindibles y las imprescindibles y, una vez más, buscar los posibles puntos de mejora.
Imprescindibles cuando contratamos una hipoteca y muchísimas veces, «obligatorios» cuando contratamos cualquier préstamo. Su principal objetivo no es que el del banco gane dinero (aunque lo parezca) sino que el préstamo quede pagado en caso de fallecimiento.
Con este seguro se protege la vivienda y sus contenidos ante la ocurrencia de diversos riesgos descritos en la póliza; brinda una cobertura básica en caso de incendio, terremoto, hurto, explosión, daños por agua y vientos fuertes, entre otros.
El seguro de salud cubre los beneficios de salud esenciales para mantener su salud y tratar enfermedades y accidentes. El seguro de salud lo protege de costos médicos altos e inesperados. El monto que paga por los servicios de atención médica cubiertos antes de que su plan de seguro comience a pagar.
Las siglas ILT significan “incapacidad laboral transitoria” (ILT), que es aquella situación en la que se encuentra un trabajador que no puede realizar su actividad profesional por razón de enfermedad común o accidente no laboral, durante un período de tiempo determinado, así como las bajas maternales.
Más allá de los seguros que podemos ofrecerte, nuestro servicio incluye la revisión de tus pólizas para garantizar que tienes las coberturas que necesitas al precio que corresponde.